Apenas han pasado 12 horas desde que decidiera comenzar esta andadura digital y ya parece que he conseguido remover las aguas del ciberespacio. Empecé anoche con un relato, una narración satírica, que pretendía poner de manifiesto las flaquezas e incongruencias de un movimiento que, aunque respetable desde la óptica de la elección personal, busca implantarse y extenderse a través de falacias argumentales y errores de semántica. Estos errores, curiosamente, sólo se encuentran en aquellos puntos que pretenden colocar al hombre en una situación de víctima fortuita, alguien que sufre las consecuencias de estar en el lugar equivocado en el momento más inapropiado, y que ven en un mal entendido feminismo a un enemigo malvado y centrado en causarles daño.
Aquí es donde me gustaría detenerme, pues al analizar el objetivo del movimiento vemos cómo, irónicamente, aquellos puntos que resaltan como "estrategias históricas para favorecer a la mujer" no son si no comportamientos machistas que revierten negativamente en ellos. Así pues, "alguien" decide llamar a eso "feminismo" y convertir sus ideas en una corriente "anti-feminista" que en realidad debería estar luchando contra el machismo que tanto daño nos hace a todos por igual.
Es, por tanto, un movimiento que, con buena intención, estaría incluido dentro del feminismo, pero que en lugar de ayudar a conseguir la igualdad y el bienestar general, teme y rechaza a la mitad de la especie humana, demostrando así que su interés principal no es solventar injusticias, si no hacerse las víctimas e ignorar las necesidades de todos aquellos que no compartan su egoísta ideal.
Desde ahora mismo, y visto que mi llamada de atención ha sido relativamente efectiva, aclaro que en ningún momento busco atacar a nadie por sus elecciones vitales, si no arrojar luz sobre las verdades a medias, para que dichas elecciones sean libres e informadas. No hay mejor manipulación que el miedo y la amenaza, la creación de un falso enemigo ante el que unir a quienes pretendes que te sigan, y esto es lo que pretenden las premisas en que se asienta este movimiento.
Procedo, entonces, a hacer mi análisis del machismo que se encierra tras ese supuesto "ginocentrismo" del que nos hablan.