Hoy voy a tratar un tema que lleva tiempo en mi sección de borradores, porque cada vez que abro fuentes y noticias, cada vez que leo otros blogs, otras opiniones, otras informaciones, se me cae el mundo. Es muy duro tener que enfrentarse a una realidad tan dolorosa, de la que apenas hay información fuera del morbo mediático y que siempre está rodeada de comentarios ajenos que intentan quitarle hierro o, en el peor de los casos, justificar algo tan injustificable como la violencia, de género, en este caso.
Poniéndonos en contexto, la violencia de género se define como:
El tipo de violencia física o psicológica ejercida contra cualquier persona sobre la base de su sexo o género, que impacta de manera negativa su identidad y bienestar social, físico o psicológico.
De acuerdo a Naciones Unidas, el término es utilizado para distinguir la violencia común de aquella que se dirige a individuos o grupos sobre la base de su género. Es un problema que puede incluir asaltos o violaciones sexuales, prostitución forzada, explotación laboral, el aborto selectivo por sexo, violencia física y sexual contra prostitutas, infanticidio femenino, castración parcial o total, ablación de clítoris, tráfico de personas, violaciones sexuales durante período de guerra, patrones de acoso u hostigamiento en organizaciones masculinas, ataques homofóbicos hacia personas o grupos de homosexuales, bisexuales y transgéneros, entre otros.